Más que dulces y mangos, Baní
Conozco a muchos banilejos desde mis primeros años en la universidad. Los que venían a tomar clases desde allá nos hablaban de los mangos y nosotros les preguntábamos, siempre, por nuestras raciones. Soñábamos con ellos porque decían que eran los más deliciosos. Así lo conocíamos, a Baní, como “La capital del mango”, pues desde que recuerdo; además de sus diversos dulces en todas las formas posibles de la leche, el coco y la piña, los mangos eran protagonistas en el pueblo de hermoso y limpio parque frente a la Catedral. Hacia Baní armé un viaje de la nada con mi mejor amiga para regresar el mismo día y años más tarde volví a encontrarme en su parque documentando mi final de clase de audiovisual. Un año antes, había comido pescado frito y me bañé en las purificadoras aguas de la playa Salinas mientras me abrazaba uno de los atardeceres más impresionantes que he visto sobre el mar. Recientemente, la vida volvió a poner mis pies sobre el pueblo, y el propósito era expl