Adivina adivinador
En donde mucha gente pierde con los acertijos es que olvidan que se tratan de juegos armados con mucha lógica, y a la lógica, contrario a las matemáticas, no hay que calcularla hay que observarla e interpretarla apoyada en el razonamiento. Tampoco es exacta. Siempre hay que pensar en las variantes que son condicionadas y que no necesariamente dependen de la veracidad y/o falsedad de la otras, es por eso que no siempre “q implica a p”. Frente a los acertijos no hay que estar nervioso ni temeroso, la respuesta casi siempre está en su estructura gramatical, solo hay que enfocarse, prestar mucha atención y apelar a comparar con circunstancias cotidianas pues en ellos están basados la mayoría, de manera implícita. Está demostrado, y hay numerosos libros que lo apoyan, que esa cadena de “trampas” con las que se tiene que lidiar para descubrir la respuesta son un ejercicio magnífico para el cerebro, que despierta los sentidos y ayuda a estar más alerta para resolver próximos inconvenientes,