Bourdain, el fin de una aventura
No se trataba de mostrarle a la audiencia la estética de los platos ni sus preparaciones, no. Lo de Anthony era enseñarles a las personas que detrás de cada comida o ingrediente había una o mil historias más interesantes que el plato final.
Para Bourdain la comida era una eterna invitación para compartir y conocer a las personas que también eran su pasión; no fue por casualidad que se dedicara a explorar el mundo y que el trabajo televisivo por el que es más conocido internacionalmente se llamara “No reservations” (Sin revervas). “Ahora soy más libre y más feliz”, confesó en una entrevista sobre el haber abandonado los fogones para dedicarse a viajar. Por eso, porque además de chef lo que siempre disfrutó fue el poder compartir sus experiencias, buenas o malas. “...cuando algo no me gusta lo digo, ya lo ves en mis programas”, le dijo una vez a El País.
Y hoy, quien fuera ídolo de sus colegas y de toda una audiencia mundial fue encontrado muerto en la habitación de un hotel en París. Quizás la misma habitación que mostrara en uno de sus últimos “stories” de Instagram, cosa que acostumbraba a hacer siempre con alguna pieza de rock de fondo.
Ese, que se mostraba contrario a negarse los placeres de un buen corte de ternera, unas salchichas, o una cerveza en el atardecer. El mismo que una vez enseñó dónde y qué cenaban los chefs al cerrar sus cocinas, o la mezcolanza gastronómica latinoamericana bajo una feria de carpas en Nueva York, y otras tantas experiencias en las que no dejaba de lado su manera de pensar ni de sentir. Ver en cualquier medio o plataforma a Anthony Bourdain era ver a Anthony Bourdain, no una pose. Al menos eso quiso que pensáramos siempre: con él, los países y sus comidas eran reales.
*En 2001, fue galardonado como escritor gastronómico del año por la revista Bon Appétit.
*Apetitos. Su libro más reciente. Luego de años dando vueltas por el mundo experimentando nuevos sabores y explorando, en este libro Bourdain describe una cocina sencilla, un recetario casero y divertido.
*En 2012 publicó una novela gráfica llamada Get Jiro.
*El deseo de su última cena: “una simple pieza de sushi de erizo de mar”.
Este artículo se publicó originalmente para el periódico Diario Libre
Este artículo se publicó originalmente para el periódico Diario Libre
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