Esta es Esparta

Manny Pérez como Leonídas. Foto: Karla Sanabia, Revista Pandora.

Desde que el hombre tuvo conciencia sobre la posesión y el poder se han librado muchas batallas para defender territorios. 300 (2006) es una historia que se encarga de recordarnos una de ellas; la llevada a cabo por los espartanos en contra de los persas. 
La mitología Griega cuenta que el mismo rey fue quien lideró no solo la estrategia de combate sino también el frente en la batalla.
Y así murió Leónidas, quien se “sacrificó” junto a muchos de sus  hombres, para que le quedara claro al enemigo invasor, en un estrello acantilado, que Esparta tenía valientes y arraigados soldados para defenderla.
Han sido incontables, y hoy siguen aún, las disputas en muchos países por el dominio de territorios. De alguna manera el hombre sigue sin entender que muy a pesar de que lo ideal es que no hubiesen fronteras, no estamos preparados para respetar la idiosincrasia  y cultura de los demás. Cada línea divisoria representa la identidad única e irrepetible de una comunidad, sus leyes, sus derechos, su lengua, sus libertades, su casa, su herencia.
Cuando a Leónidas se presentó un emisario del imperio Persa exigiendo tributos por agua y tierra, la ira del monarca brotó como un grito y en una posterior patada que impulsaría al enemigo a un pozo, y sucedió el llamado a guerra.
Esparta, bajo su mandato jamás sería humillada ni esclavizada, ésa fue su gran hazaña, despertar el orgullo de sus hombres para defender su identidad.

La historia de Esparta es conocida por el sacrificio del rey y el número de soldados que peleó con él, 300, un número ínfimo para una contienda como esa. Una escena se encargó de perpetuar la versión cinematográfica del director Zack Snyder: “¡This is Sparta!”,  dijo Leónidas a todo pulmón. 

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