Ana Simó, 20 años orientando a las parejas y a la familia

Foto Glenys González
Con veinte años en el ejercicio, diez de ellos dedicados al Centro de Vida y Familia, la doctora Ana Simó siente la alegría de su oficio cuando junto a un grupo de expertos en diversas áreas de la psicología sirven de salvadores de las relaciones personales, de pareja y familiares. “Me satisface cuando me dicen que en el Centro los hemos ayudado”. 

¿Ha cambiado la actitud de las parejas y la familia respecto a buscar ayuda en estos últimos años? Las estadísticas de parejas que buscan ayuda están en aumento. Se piensa que la pareja solo viene cuando tiene conflictos y no. Muchas ya saben reconocer cuando tienen un problema y buscan prevención y solución.

El estrés es la “enfermedad” de este tiempo ¿cómo lo combatimos para que no espante el deseo sexual? Pienso que además de eso es que las parejas no se desconectan; viven muy rápido...También están muy metidas en querer progresar, que no está mal, pero a veces están muy cansados y no tienen tiempo para ellos. Por eso les digo que busquen ratitos para estar juntos, y para cada uno de manera individual porque eso es lo que te lleva a extrañar a tu pareja.

Entonces, ¿qué aconsejas para pasar tiempo de calidad? Volver a bañarse juntos, pasar tiempo con un juego de mesa, leer, y si a uno no le gusta pues que el otro le lea en voz alta. El punto es tener una conexión porque frente al televisor no existe tal conexión y casi siempre uno de los dos se queda dormido.

  • “Las parejas necesitan ayuda no solo cuando hay conflictos, también vienen por prevención”.  


¿Es la mujer de hoy sexualmente más activa como se dice? Se piensa que la mujer de hoy es más abierta y más liberal, pero no. La mujer podrá estar haciendo muchísimas cosas pero no es sexualmente más activa como se cree.

Hoy día cada individuo está buscando desarrollo individual y más independencia, ¿cuáles son los riesgos de tanta liberación? Uno de los riesgos es la infidelidad. Lamentablemente no estamos midiendo consecuencias. Se está viendo que si somos más aventureras y aventureros dentro de la sexualidad, como que vamos a ser más aceptados y no percibimos  que nuestros valores están siendo pisoteados.

¿Cuesta encontrar pareja en estos tiempos para las mujeres que se han vuelto más exigentes?
Realmente la mujer se ha vuelto más exigente y eso no está mal, es parte de lo que conlleva el avance. Hay que ver dónde es que están buscando, soy de las que piensan que hay muchos hombres buenos, pero hay que quitarse la creencia de que todos son malos.


¿A qué se debe renunciar y a qué no para encontrar su plenitud? Nosotras las mujeres nos cargamos más pensando que en el sacrificio es que vamos a encontrar la plenitud y el problema es cuando entendemos que es el otro quien tiene que llenarnos y quien tiene que hacernos felices. Hay que identificar nuestros dones lo que nos da bienestar para encontrar la plenitud y tener una mejor relación con todo el mundo.

¿Cómo una familia identifica que necesita ayuda? Se debe observar si nuestros hijos no nos responden, si no se dan cuenta de quién es la autoridad, cuando tenemos un niño con síntomas recurrentes, que se enferma mucho o no nos quiere cerca. También cuando la pareja no se pone de acuerdo en la educación que le darán. Eso es suficiente para buscar ayuda y no postergarse porque se irán llevando de rabia y al final los platos rotos los pagarán los hijos.

Luego de 10 años qué tienes que decir del Centro de Vida y Familia...
¡Me siento tan contenta! Somos un equipo maravilloso, veinte expertos... mi mayor alegría y satisfacción es cuando cualquier paciente me escribe o me dice que llegó a nuestro centro porque alguien le dio nuestra tarjeta o que pudo salvar su matrimonio, o que gracias a nosotros tuvo un buen divorcio y que ahora tienen una buena relación. Porque hay que decirlo, también hay matrimonios insalvables.




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