Sonia Silvestre

Intentaré explicarlo. No recuerdo exactamente cómo la conocí, pero sé que desde hace mucho tiempo está en el playlist de mi vida. A Sonia Silvestre yo la quería. Nunca tuve el placer de conocerla en persona, pero admiraba su voz y la alegría de su rostro en todas las entrevistas y presentaciones que vi de niña en el Show del medio día, programa al que solían asistir la mayoría de nuestros artistas. Luego, su trabajo de tecno-bachata con Luis Días me hizo quererla más.
La sentía tan franca y tan llana. Ella podía ser una de esas vecinas de mi barrio que durante el día tomaba café en la galería mientras leía y comentaba las noticias, y en las noches se reunía con sus compañeros a componer, a cantar, a hablar de la situación del país. Así la veía; orgullosa de su vida y viendo a la noche como un largo viaje con un destino al que llegar.

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